¡NUESTROS JUGADORES MUNDIALISTAS! HEBER LÓPEZ: “ESTE DEPORTE, LITERALMENTE, ME CAMBIÓ LA VIDA”

Si su ídolo es Martín Palermo está claro que es hincha de Boca. Por lo tanto, podemos deducir que el tipo estás más que feliz por la clasificación a la final de la Copa Libertadores. Pero no es la única razón por la que estos días lo tiene motivado hasta la estratósfera. Es que Heber López, figura y goleador de Rengos a Motor de Mar del Plata, está a punto de jugar, con tan solo 16 años, su primer Mundial de Powerchair Football en Australia. “Creo que el equipo está preparado para estar dentro de los primeros puestos”, asegura Harry, por el mago de Potter, como le dicen sus amigos.

Nació en La Plata el 23 de febrero de 2007 y es el más joven de los ocho jugadores de la Selección que disputará el Mundial del 15 al 20 de octubre en Sidney Su debut con la celeste y blanca no tiene más de un año, fue en la victoria por 4-1 ante Brasil durante la Copa Sudamericana que se disputó en noviembre de 2022 en el CeNARD de Buenos Aires. “Ponerme la camiseta Argentina fue una tremenda emoción y alegría”, asegura uno de los delanteros y goleadores del equipo.

Le gusta el asado, la música de Duki, jugar a la play, es de piscis y va a 5to. año del Colegio Huailen de Mar del Plata. Allá por el 2017, cuando tenía 10 años, le tocó ir a una guardia y “el doctor Lucas Argumedo me comentó que conocía un deporte adaptado que podía jugar con mi distrofia muscular”, recuerda con alegría. Y así comenzó ese camino que hoy lo lleva a Australia, del otro lado del mundo. Al poco tiempo de aquel encuentro se sumó al equipo Rengos Motor y no paró más. El año pasado ganó la Copa Argentina, salió 2do. en la Liga Nacional y jugará la próxima Copa Libertadores, pero para eso todavía falta.

“La primera vez que me subí a una silla motorizada para jugar tuve una sensación de satisfacción y emoción. Además, practicar este deporte me permitió conocer a muchos amigos y descubrir mis diferentes habilidades. ¿Qué cuál es mi mayor virtud en la cancha? Creo que tengo un buen golpe y el giro completo me sale muy bien”, asegura Heber, quien siempre recibe el apoyo de su hermana Agustina, mamá Paola y papá Fernando, con quien comparta su única cábala: “En la previa de cada partido me coloco los dos guantes, uno en cada mano, pero antes de empezar me saco el de la derecha y se lo doy a él”.

“Este deporte, literalmente, me cambió la vida. Y generó un impacto muy positivo en mi familia. Ellos hacen todo lo que esté a su alcance para que yo pueda practicarlo. Siento que mi entorno se emociona mucho cuando me ve en la cancha. Todos los que hacemos deportes siempre tenemos ese sueño de representar a tu país. Pero de ahí a conseguirlo, es difícil. La verdad es que estoy feliz. Viajo a Australia con mucha confianza. Y desde ya que tengo un sueño… el sueño de ser campeón del mundo”. Palabra de Heber.